La Arquitectura del Paisaje Cultural Cafetero, única en Colombia
LA MAGIA DEL PUEBLO
La Arquitectura del Paisaje Cultural Cafetero es una evidentemente criolla con un fuerte elemento hispánico procedente de la arquitectura colonial española, y expresada en el uso de materiales comunes en la vivienda prehispánica. Se destaca por sus formas particulares de vivienda y asentamientos humanos. Hasta el siglo XIX, la arquitectura doméstica tradicional colombiana estuvo determinada por la influencia española. Concretamente, del sur de la península y, a través suyo, por la cultura árabe.
Posteriormente, hacia finales del siglo, la arquitectura regional se afianza y se redefine como resultado del auge económico producido por la economía cafetera. Como consecuencia, la arquitectura tradicional se complementa con una riqueza de expresiones formales, especialmente los calados y la talla en madera, tanto ornamental como estructural y funcional.
FINCAS DE ENSUEÑO
Rodeadas por imponentes paisajes verdes, mezcla de café y guadua, las fincas del Eje Cafetero contrastan con el colorido de sus fachadas, tonos fuertes como azul, naranja, amarillo y rojo hacen parte de la decoración de sus puertas, ventanas y de las bellas figuras que reproducen elementos de la naturaleza como tréboles, estrellas, margaritas o rosetones de sus techos y balcones.
Estas fincas construidas durante la colonización antioqueña, cuentan con materiales propios de esta zona del país, maderas provenientes de árboles nativos como nogal, roble, guayacán y cedro se mezclan con las tapias o paredes de bahareque (composición de barro y estiércol del ganado) tapados por la esterilla de guadua, cal y tejas de barro, hacen estas estructuras sismo resistentes.
MARAVILLOSAS EDIFICACIONES
La mayoría de los templos que existen hoy fueron construidos en la última década del siglo XIX y las primeras del siglo XX, siguiendo una tendencia estilística de herencia europea, conocida como el eclecticismo historicista, Los cementerios son también elementos de diseño arquitectónico de gran importancia; merecen especial mención los de Salamina y Marsella (Bienes de Interés Cultural del ámbito Nacional) y el de Circasia. Para el caso de la arquitectura religiosa, esta tendencia presenta dos tipos de soluciones:
La estética inspirada en la decoración “clásica”, como son los templos de Aguadas, Pácora, Salamina y Salento.
Y la tendencia “neogótica”, presente en la Catedral y los templos parroquiales de la Inmaculada Concepción y del Sagrado Corazón en Manizales, el templo de San José en Pereira, los templos de Chinchiná, Santa Rosa de Cabal, Sevilla, Calarcá, Guática y Marsella.